La decoración exige en ocasiones ciertos sacrificios, y uno de ellos es la integridad de las paredes y techos de yeso, madera, estuco u otra materia noble. Y es que colocar un espejo o instalar una cortina puede ocasionarles agujeros, grietas y otros estropicios que devalúen sus cualidades ornamentales. No obstante, existen diversas soluciones para colgar cuadros y adornos sin realizar un solo taladro.
Los estores y cortinas con velcro, por ejemplo, son un recurso magnífico para prescindir de cáncamos y puntillas necesarios para colgar el soporte, los rieles y otros accesorios. El uso de cierres de gancho y bucle es fácil de implementar y mantiene la cortina en su posición, al tiempo que preserva la pared.
Para colgar cuadros y espejos, los usuarios disponen de dos productos de eficacia demostrada, que evitan convertir la pared en un colador. Las tiras adhesivas, en primer lugar, soportan pesos de hasta 2 kilogramos, dependiendo de su tamaño, que por lo general es tan reducido como un cáncamo. Su instalación es sencilla, y no requiere tornillos, clavos ni otros elementos ‘invasivos’ para la arquitectura del inmueble.
Como alternativa a los anteriores, los ganchos fijacuadros se han revelado como un accesorio eficaz para decorar paredes con cuadros, mayólicas, tapices, etcétera, sin complicarse demasiado ni deteriorar estas superficies. Estos ganchos metálicos se componen de dos puntas en su parte posterior, capaces de adherirse a la pared sin perforarla.
Otra excelente solución son los clavos adhesivos, que se ajustan a las superficies en una estructura en U de gran resistencia. A diferencia de otros accesorios similares, estos clavos pueden reutilizarse una y otra vez.
Por otra parte, los carteles, pósters y otros documentos sin marco suelen fijarse a la pared con ayuda de celo, cinta adhesiva o tesafilm. Este recurso, habitual en dormitorios y espacios juveniles, causa un deterioro en la pintura y el papel de las paredes. Para evitarlo, es aconsejable utilizar vinilos y stickers que realcen la decoración, sin asumir desperfectos irreparables.