Cómo llegar a ser productor/a de cine y televisión

O la odias o la amas. La producción es esa parte tan compleja como indispensable porque básicamente consiste en organizar todo lo necesario para que pueda llevarse a cabo cualquier proyecto audiovisual:  financiación, presupuestos, crear los equipos humanos y técnicos, planear al milímetro cada aspecto de la grabación, coordinación de la edición… es una labor que no acaba nunca. Para ser productor/a hay que dedicar mucha energía, ilusión y ganas, y además, hay que invertir en su aprendizaje. Actualmente, se puede estudiar produccion audiovisual Madrid o Barcelona, donde existen masters y cursos especializados en ella. 

 

Pero no siempre fue así, porque esta formación reglada es relativamente nueva. Valérie Delpierre, productora de películas como la premiada “Verano 1993”, comentaba recientemente en el Centro Universitario de Artes TAI: “Creo que esta es casi la primera generación que tiene la oportunidad de formarse, que tiene acceso a la vez a las herramientas y a la formación. Y eso es un logro para el sector de la industria”. Efectivamente, masters como el de Producción Audiovisual de TAI, son pioneros en un sector con una demanda cada vez mayor de profesionales cualificados. 

 

Uno de los requisitos que se debe exigirse a estos estudios es que instruyan, de forma tanto teórica como práctica, en todas las áreas que componen el departamento. Miguel Pérez Urría, director de la Facultad de Cine de TAI describe así el master que ellos imparten: «es un máster con una gran empleabilidad, donde no solo se ven temas de producción propiamente dicho, sino también de distribución, explotación, coordinación de postproducción… Y se adentra en mundos de producción periférica como videojuegos o animación». Sin duda, este último aspecto señala una de las nuevas características del audiovisual en el que una formación debería incidir también. Efectivamente los new media, las plataformas digitales, la publicidad o la comunicación corporativa están generando nuevos productos. Y estos mercados audiovisuales más allá de la producción cinematográfica, necesitan de profesionales que hagan frente a esas labores de producción relativamente novedosas. 

 

El engranaje de producción de cualquier obra audiovisual tiene que ser perfecto: hay que manejar y organizar una gran cantidad de personas, escenarios y equipos con precisión para que todo el mundo pueda desempeñar su labor con eficiencia, y saber actuar con rapidez y agilidad si algo falla en la planificación. El departamento de producción puede que sea el que más sufre, menos descansa y más trabaja. Pero, aun así, lo vive con verdadera pasión. En resumen, es una profesión que exige vocación, pero hay una parte importante de conocimientos que deben aprenderse y estudiarse. afortunadamente, ahora se puede.