¿Qué son los derivados de los alimentos?

Los derivados de los alimentos son aquellos que no son el alimento puro en sí, sino que lo han modificado en algún modo para conseguir algo distinto de lo original. De este modo, los derivados de la leche pueden ser los quesos, los yogures o las mantequillas, todos los cuales son el resultado de someter a la leche a algún tipo de proceso.

Los derivados de la carne pueden ser los fiambres, por ejemplo, o cualquier producto que contenga un ingrediente relacionado con la carne. No se deben de confundir con productos derivados de animales en general, ya que estos incluirían a los derivados lácteos, derivados del huevo, y a cualquier producto que tuviera ingredientes de origen animal.

Lo mismo ocurre con los pescados, cuyos derivados podrían ser productos tales como los palitos de pescado, los patés de pescado o las hamburguesas de pescado, por citar tan solo unos pocos ejemplos de los más utilizados en la cocina y de los más vendidos en los supermercados.

Existen también productos derivados de vegetales, como son la gran mayoría de los productos veganos: bizcochos, tofus o sucedáneos de carne elaborados con soja.

La mayoría de los productos que consumimos son derivados de alimentos básicos. Esto no siempre es necesariamente malo, no es lo mismo consumir un fiambre que tomarse un yogurt. En cualquier caso, tratar de basar la alimentación en los alimentos básicos en lugar de en los derivados que incluyen otros ingredientes es importante si se quiere llevar una dieta saludable

Porque incluso un yogurt es un alimento sano, pero ya deja de serlo tanto si es un yogurt azucarado o si incluye mermeladas o trozos de productos con altas cantidades de azúcar y muchas calorías pero que no tienen un aporte alimenticio.

Cuando comemos alimentos puros, que no han pasado por un proceso, sabemos exactamente qué estamos tomando. Si además lo elaboramos en casa, tendremos la total seguridad de que el alimento es cocinado con las técnicas adecuadas para conservar sus propiedades. Si consumimos alimentos elaborados, hay que fijarse mucho en los ingredientes que incluyen y apostar solo por aquellos que son saludables.

En el caso ya comentado del yogur, apostaríamos por aquellos que incluyen tan solo leche y fermentos lácteos, sin otros añadidos totalmente innecesarios. Los aromas naturales pueden ayudar a dar sabor a los alimentos sin perjudicar la dieta y sin añadir calorías o grasas.