Trasladar los descubrimientos que se realizan a nivel de investigación en medicina a la vida diaria de los enfermos es algo fundamental en la práctica médica y que se conoce como investigacion traslacional. ¿De qué sirve realizar investigaciones en laboratorios si luego lo que allí se descubre no acaba de encontrar una aplicación práctica en el día a día? Realmente, no valdría de mucho.
Con frecuencia, los médicos se quejan de que las investigaciones que se realizan en los laboratorios a nivel básico no tienen una repercusión en la investigación clínica. Es decir, lo que se aprende sobre las enfermedades y su desarrollo no acaba siendo utilizado para el desarrollo de nuevos medicamentos o protocolos de prevención.
Las causas de todo esto son complejas, por un lado, la falta de colaboración en los proyectos. No es posible realizar investigaciones estancas, los diferentes profesionales deberían de poder colaborar y cada descubrimiento debería de compartirse de manera inmediata para poder implementarlo en diferentes estudios y trabajos de investigación.
Conseguir que un descubrimiento teórico acabe siendo un medicamento en el mercado es un proceso muy largo y muy caro. Financiarlo es, en ocasiones, muy difícil, sobre todo cuando se trata de medicamentos que no son de los considerados de alto interés por las farmacéuticas, ya que estas invierten sobre todo en aquellos medicamentos que consideran que les pueden dar una alta rentabilidad y no en los que, por ejemplo, pueden afectar a enfermedades minoritarias con pocos pacientes a tratar. La excepción está en los medicamentos que puedan ser críticos con la vida.
Una forma muy eficaz de lograr este acercamiento de las investigaciones a los pacientes es que sean los propios hospitales o clínicas las que tengan un departamento dedicado a la investigación, ya que de este modo es mucho más fácil establecer colaboraciones directas, tanto a la hora de encontrar pacientes que se presten para las pruebas experimentales como para poder obtener datos basados en la observación.
Los pacientes también se ven beneficiados ya que se les puede ofrecer lo más avanzado en cuestión de prevención o en la forma de administrar las medicaciones que ya existen de manera muy rápida y eficaz. Se logra así no solo avanzar en el desarrollo de nuevos medicamentos, sino también en la elaboración de protocolos personalizados para conseguir ofrecer lo más adecuado a cada uno de los pacientes.