Lo más importante que tenemos es nuestra familia. Nadie lo discute. Y por eso, todos tratamos de que estén lo mejor posible. Pero no podemos evitar que nuestros seres queridos se pongan enfermos. Lo que sí podemos, es evitar las esperas para ser atendidos en hospitales o por los mejores especialistas, así como para tener acceso a las pruebas que necesiten para sus diagnósticos. Y podemos hacerlo al Contratar seguro privado de salud para familias que proteja a todos los miembros de la familia.
Y, cuando hablamos de todos los miembros de la familia, también incluimos a esos que hoy todavía no son una realidad, pero que esperamos poder incluir en un futuro más o menos cercano. Por eso, al contratar estos seguros debemos de tener en cuenta la cobertura en caso de embarazo y también en el momento del parto. Estos seguros permiten acceder a más revisiones de las obligatorias, a ecografías de alta definición que permiten ver incluso la cara del bebé con todo detalle antes de que nazca y, para el momento de su llegada al mundo, se puede elegir el hospital y contar con una habitación privada para que todo sea mucho más íntimo y agradable.
Para los niños, los seguros familiares garantizan las revisiones y consultas necesarias. Se podrá acudir sin esperas si el niño está acatarrado, se siente mal o ha cogido alguno de los numerosos virus que suelen contraer cuando empiezan a acudir a las guarderías o colegios. Pero, además, el seguro básico puede completarse con un seguro dental que nos ayudará a controlar el óptimo desarrollo de su boca y que las piezas nuevas salen en el momento correcto y en la posición adecuada. De no ser así, podremos optar a la corrección gracias a los aparatos de ortodoncia a un precio reducido, así como al resto de consultas en la clínica dental ya sea gratis o con un copago bajo.
Para los adultos, el seguro de salud también es toda una garantía ya que nos permite poder acceder antes a cualquier diagnóstico al reducir las esperas, lo que facilita no solo el poder tratar antes la enfermedad, sino también el no estar tanto tiempo con una incapacidad temporal, lo que puede ser perjudicial para el trabajo, especialmente cuando la persona es autónoma y no puede permitirse el desatender su propio negocio.