La alimentación en gatos senior

No hay una guía que nos diga que un gato entra en la etapa senior, pero se estipula que a partir de los siete u ocho años es el momento en el que nuestro minino pasa a ser abuelete. Evidentemente, esto no quiere decir que tenga que tener ningún tipo de problema ya que hay gatos caseros que llegan a vivir más de quince años. Pero es el momento de comenzar a vigilarle.

Pueden comenzar los problemas de movilidad o los de visión y los controles veterinarios deben de incluir una analítica anual para poder detectar a tiempo cualquier problema. Mientras tu gato esté sano y no muestre cambios por la edad, puedes continuar con las mismas costumbres de siempre.

Pero llegados a los diez años, aunque el gato se vea saludable, es bueno comenzar a darle una alimentación especial para gatos senior. Antes si el animal muestra problemas. Y se puede completar esta alimentación con Suplementos nutricionales para gatos que prevengan la aparición de las anemias y de las carencias más frecuentes en los felinos mayores.

Con el paso de los años, algunos “michis” pierden parte de su dentadura o tienen las encías más sensibles. Es recomendable darles más alimentos blandos y piensos con bolitas más pequeñas. Pero, además, pueden aparecer otros problemas de salud y hay que cuidar que se hidraten correctamente. Para eso, la alimentación húmeda es muy importante.  Pero tiene que ser adecuada a su edad y a los problemas de salud que pueda tener. Un animal con obesidad tendrá que tomar alimentos que le ayuden a controlar su exceso de peso y los que tienen problemas de riñón, algo muy frecuente en los gatos, también necesitan de comida especial.

Además de cuidar su alimentación también debemos de cuidar el entorno. Tal vez, el peludo tenga más problemas a la hora de subir a sus estantes favoritos y tengas que colocar algo para ayudarle a salvar la distancia. O no pueda subir y bajar de la cama con la agilidad con la que lo hacía antes. En estos casos, hay que observar bien al gato porque son auténticos especialistas en ocultar su dolor y podrían estar sufriendo por una artrosis sin que nos diéramos cuenta hasta que esta ya estuviera muy avanzada. 

Cuando el gato es viejo no es buen momento para incorporar un gatito nuevo en la familia. Piensa que querrá tranquilidad y paz, mientras que el nuevo será todo un terremoto. Mejor no trates de cambiar sus hábitos.